viernes, 25 de septiembre de 2009

Algunas mentiras de nuestra historia y del peligro de ponerlas como verdades

Hola a Todos, amantes de Clío:

Este día he tenido la oportunidad de compartir con un intelectual de la izquierda salvadoreña, a quien lastimosamente no pude conocer, pero que gracias al buen hábito de escribir aún es posible dialogar con él. Me estoy refiriendo a Jorge Arias Gómez, quien en un escrito titulado "De mentiras esta empedrada la historia", nos comparte dos grandes mentiras de nuestra historia nacional y las quiero compartir con todos.

Primero hablamos del siempre emblemático Atlacatl. Para quienes les quedaba la duda de cómo aparece este personaje ficticio de nuestra historia nacional, Don Jorge nos solventa la duda. Atlacatl fue inventado por Francisco Gavidia en un poema titulado "La princesa estrella". Además del mítico Atlacatl -"el joven"- aparece Atlacatl "el viejo". El primero de estos indígenas es quien se supone enfrentó a Alvarado a su llegada a Acaxual (Acajutla). Yo había leído por otra parte que fue Brasseur de Bourbourg quien hizo una mala traducción y que por nombrar un lugar, nombró a una persona, inventando al famosos Atlacatl (creo que la frase se deformo así: Panacat-anacatl-atlacatl). De cualquier forma ¿Qué diria el ejército y su batallón Atlacatl de nombrarse según un invento de la historia?...

La segunda mentira histórica recogida por Arias Gómez es la célebre frase atribuida a nuestro prócer Manuel José Arce: "El ejército vivirá mientras viva la República". Según lo que comparte este intelectual marxista la frase surge en manos de José Quetglas, secretario de información del Coronel Osorio cuando este fue presidente. Cualquiera que haya sido la razón de la frase, lo cierto es que comparto la opinión de Arias Gómez en referencia a que las identidades son creadas y que el estamento militar comparte estos "deslices históricos" sin cuestionar. Lo peor es que durante medio siglo no sólo las compartió, sino que las inculcó en la población a través de la escuela y los medios de comunicación. Eso me hace reflexionar sobre la necesidad de revisar la historia y preguntarnos si lo que se nos ha dicho es cierto o la misma historia y las nuevas investigaciones lo desmienten.

¿Qué opinan sobre este tema? me gustaría que compartieramos entre todos nuestras opiniones al respecto.

Me despido con la misma frase que Arias Gómez utiliza para cerrar su artículo, parafraseando a Cervantes en su famosa obra del Quijote de la Mancha: ¡Que de hijueputezes meter de contrabando mentiras en nuestra historia!

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Una barrera a la investigación histórica en El Salvador

Hola a los amantes de Clío:

Recientemente he iniciado una nueva etapa de investigaciones en el Archivo General de la Nación y me he topado con un verdadero muro, una muralla a la investigación histórica. Quiero compartirlo con ustedes.

Resulta que el AGN tiene ciertas políticas por medio de las cuales se trata de poner un orden a los usuarios y empleados de este lugar, y claro que nosotros debemos de respetar estas reglas púes nos ayuda a  resguardar uno de nuestros valiosos tesoros nacionales, en cuanto a archivos se refiere.

La muralla a la que me refiero son los inconscientes y exagerados precios que las autoridades ¿competentes? han establecido, y resulta que hasta hace algún tiempo sólo eran 0.25 centavos por fotos digital que uno tomara (con cámara propia, no del archivo) ahora resulta que cada foto digital cuesta 4 veces más, así es, UN DÓLAR ($ 1.00 USD) por cada foto digital de baja resolución que uno tome - ¿de baja resolución para qué si no se puede leer?.Y me pregunto ¿Cómo es posible que en un país donde la historia esta apenas comenzando, dando sus primeros pasos, una institución como el AGN tenga esta clase de políticas prohibitivas y que no están considerando a estudiantes e investigadores que estamos comprometidos con la historia de nuestro país?  

Realmente, me siento insultado y atado de manos porque esta clase de precios sólo contribuyen a la ya difícil tarea de realizar investigaciones en nuestro país. No me mal interpreten, yo no estoy acusando al personal del AGN, sino al inteligente individuo que colocó semejante precio a las fotos digitales. Imagínense en mi caso personal tomo hasta 70 fotos digitales en 4 horas, ¿Cuanto dinero gastaría en una investigación?  

Espero que las nuevas autoridades tomen nota de estas observaciones y si lo que se quiere es poner cuidado ante el uso de la documentación, ¿Porqué no poner una cuota anual a investigadores?  ¿o solicitar una carta de la institución que respalda al investigador/estudiante? Existen formas de establecer normas, pero no esta clase de normas que lo que permiten es pensar incluso en el papel que podría estar jugando la codicia de algunos funcionarios. Por favor, ahora que hablamos del derecho al acceso a la información ¿Qué pasa con el nuevo gobierno? ¿Qué pasa con el cambio?

 

 Esquina del palacio  

Foto por demás conocida. Al fondo el Palacio Nacional que hoy resguarda nuestro Archivo General de la Nación.